El 21 de Octubre dejaste este mundo material. Extrañamente... tu funeral no fue tan pesado y tirante.
Estabamos tristes, si. Tu mami lloro mucho tu perdida, tus hermanos te extrañan y tu padre te dio tu última bendición. Tus abuelitos, se les fue su niño, porque eras especial, eras el primero. La primera bendición que llego a una de sus hijas, la primera hoja que nacía de una rama del árbol familiar.
Todos tus primos lloramos, los que te conocimos, para los que fuiste un hermano mayor más que primo. La voz de la razón. Tu fuiste tocado por Dios a los 16 y te regalo 15 años de vida. Tu cuerpo cansado dijo que fue suficiente, y tu, con tu espirítu aventurero, con tus ansias de conocer, aceptaste tu destino, dejando un sentimiento de tristeza, pero no de abandono.
Te fuiste, si. Te fuiste a viajar por el universo, a conocer sus límites. A tocar todas las estrellas de la vía láctea. Y algún día regresaras con nosotros, y nos contaras todas aquellas cosas que viste y aprendiste y a algunos, los que quieran, los llevaras a recorrer esos caminos y les mostraras los rincones de nuestro universo.
No, no moriste... simplemente, abordaste un avión, en un viaje interminable y algún día nos volveremos a ver, y a cada uno nos recibiras con una sonrisa. Hasta ese momento, te llevo en mi corazón, con tu imagen inmortalizada.
Buenas noches Genaro, ten un buen viaje...
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