Después nos defendieron, nos cuidaron, se ocuparon de mantenernos alejados del peligro. Nos regañaron, castigaron y disciplinaron. Nos enseñaron lo bueno y lo malo de la vida. Estuvieron al pendiente de nuestras tareas y del progreso en la escuela. Algunas mamás también proveyeron el hogar con alimento, vestido y juguetes; otras ayudaron con la tarea de proveer la casa.
Después, nos dieron buenos y malos consejos, nos consolaron y se desesperaron al notar que nuestro camino se separaba de lo que ellas querían para nosotros. Hubo tensión y discusiones, tal vez, abandonamos el nido antes de tiempo, pero ellas nunca nos abandonaron a nosotros.
Llega un momento en la vida, en que se convierten en guías y consejeras, ya no educan, ya no regañan; y si nos llegan a regañar, nos enojamos y frustramos, porque la enseñanza se vuelve imposición. Porque dejamos de ocupar una mamá y comenzamos a buscar una amiga, una confidente, alguien con quien compartir nuestros temores, alguien que nos conozca bien, pero ni por un instante pasa por nuestras mentes el hecho de ser juzgados. Y las cosas se vuelven más tensas, porque para ellas siempre seremos niños en apuros buscando el refugio de mamá, cuando para nosotros, ellas son el único ser que nos puede aconsejar sin juzgarnos.
FELIZ DÍA A TODAS LAS QUE SON MAMÁS O QUE EN UN FUTURO LO SERÁN.
Bendiciones
FELIZ DÍA A TODAS LAS QUE SON MAMÁS O QUE EN UN FUTURO LO SERÁN.
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