En una reseña previa, hablé de la primera parte de estas historias. Escritas por Ursula K. Leguin, las cuatro historias son una colección de las vivencias de Gavilán y Tenar.
Este segundo tomo, narra la vida adulta de Gavilán y su última aventura por las islas de Terramar. Navegando junto a un heredero al trono, Gavilán descubre que todas las cosas están cambiando. Por principio, la magia está desapareciendo. Tomando esta búsqueda como parte de su obligación como mago, Gavilán se embarca a buscar al ser que ocasiona que los hechiceros y brujas olviden los nombres verdaderos. El viaje lo llevará a cruzar fronteras vedadas para los simples humanos, y pondrá a prueba su fé en si mismo y en los conocimientos que poseé.
Y mientras Gavilán lleva a cabo su viaje, Tenar vive una existencia simple, como mujer de un campesino en Gont. Sin embargo, ella no ha dejado atrás su pasado, y el destino la pone a cargo de una niña, que es más valiosa de lo que puede Tenar imaginar. En la búsqueda del origen de la criatura, Tenar descubrirá mitos que reales y descubrirá, porqué los hombres conocen los nombres verdaderos.
En lo personal me gusto mucho la historia, siguiendo con su línea original LeGuin hace uso de personajes que muchas veces son ignorados, Gavilán es ahora un hombre adulto, entrando en su vejez y en el libro nos enseña, que los abuelos no son fuertes, pero su sabiduría es suficiente para derrotar a cualquier enemigo. Tenar es ahora el negrito en el arroz (o el arroz en el frijol) pero no por eso las personas la ven distinto. Si en la primera entrega, LeGuin rompe las barreras de los prejuicios raciales, en esté libro, aunque timida, fractura los límites sexistas de la sociedad y los roles que cada sexo desempeña. Si antes nos reto a no hacer jucios apresurados acerca del color de piel, ahora nos invita a reflexionar sobre los roles asignados a hombres y mujeres.
Si antes ella mostro una apabullante seguridad para destruir prejuicios, ahora apenas sugiere. Demostrando así, que en cuestion de ideologías, es más aceptado la eliminación del racismo, que la eliminación de la discriminación contra las mujeres. A pesar de eso, nos invita a ver más allá de lo que nuestros ojos captan, no entre generos, pero entre completo y mutilado.
¿Qué vale más? ¿Un niño sano? ¿Un niño mutilado? ¿Un niño inocente? ¿Un niño que ha visto demasiado?
¿Abrazarias a un niño discapacitado?
Lean estos libros, cargados de símbolismo y mágia. Ambos, nos invitan a la introspección de nuestros propios valores, no buscan cambiarnos, simplemente nos preguntan ¿por qué?
Bendiciones,
