En algún momento de mi vida uno de mis canales favoritos de cable, era el Hallmark Channel (Sci-Fi channel). Las adaptaciones de clásicos de literatura e historias fantásticas en miniseries era el pan de cada día para dicha emisora. Adaptaron Dunas, Los viajes de Gulliver, Blancanieves, La Odisea, Hercules, Merlín y más que no recuerdo. Algunas con más aciertos que otras.
Una de las últimas historias que adaptaron, fue Terramar. Protagonizada por Kristin Kreuk y Shawn Ashmore, era la adaptación de la historia escrita por Ursula K. Leguin. Un tanto (o un mucho) desatinada por cierto. La historia contada por Hallmark toma en cuenta las dos primeras historias de Terramar: Un mago de Terramar y Las tumbas de Atuan. Siendo en la última dónde más desaciertos a favor de la "adaptación" hay.
Empecemos por lo primero, Ursula K. LeGuin. Escritora de origen estadounidense, comenzó a escribir las historias de Terramar en 1968. Terminó esta saga en el 2000 con la pulicación de los Cuentos de Terramar. En algún lugar, alguna vez, leí que uno de sus referentes es C. S. Lewis. Actualmente es maestra en la Universidad de Idaho.
Terramar es un libro de fantasía. Las historias suceden en un mundo sin continentes, toda la tierra seca se encuentra en islas, archipielagos e islotes. Los limítes del mundo son los mismos que en los relatos medievales, encontrando en su descripción una clara referencia a Lewis. Una sorpresa de Leguin es que, el personaje principal no tiene descripción de anglosajón. De hecho, el conflicto entre naciones esta marcado por el color de piel. Los telmarinos son de piel oscura, y las naciones enemigas estan pobladas por personas rubias. En su relato Las tumbas de Atnuar, existen referencias racistas hacia los telmerinos, cubiertas con relatos exóticos y mitos. Una frase que enlaza la historia "nunca los he visto, pero me consta que son malos".
La historia comienza relatando los primeros años de enseñanza de Ged. Mientras lo vemos aprender los nombres verdaderos de todas las cosas, enfrentarse a sus propios demonios de envidia y aprende a domar su orgullo. Es precisamente su orgullo el que lo lleva a iniciar una aventura a través de toda Terramar, descubriendo que el silencio es más poderoso que las palabras y que el orgullo es la mayor carga. En su viaje en Terramar, conoce dragones, principes desterrados, y el mal más grande que un mago puede convocar: Los sin nombre. Y mientras Ged aprende y crece, el segundo relato, Las tumbas de Atuan, nos muestra a la jóven Tenar. Sacerdotisa Suprema de las tumbas de Atuan. Tenar crece dentro de un monasterio, encerrada y segregada de sus compañeras, pues se considera a Tenar la reencarnación de la Primera Sacerdotisa. La única sacerdotisa que esta al servicio de los sin nombre. Las correrías de Ged lo llevan a Atuan, donde se encuentra con Tenar.
A la vez que relata la biografía de Ged y Tenar. Leguin exhibe los defectos humanos más comúnes. La codicia, los prejucios, la impulsividad, y el peligro de crecer encerrados en una burbuja, con un entorno imperturbable, el choque cultural al dejar lo que conocemos, por aquello que tememos. Un miedo tal, que a veces preferimos quedarnos como estamos, aunque no sea lo mejor, que buscar algo mejor. En mal creado "Más vale malo conocido que bueno por conocer".
Una historia de dragones, magos, doncellas y humanidad, escrita con mucha maestría. Las 300 páginas que conforman las 2 primeras historias se van como agua. Este libro tiene tal importancia en el mundo literario, que sus fundamentos de magia, dan pie a otro libro que va ganando terreno, y que tiene a la expectativa a ya una bien fundada legión de admiradores. Me refiero a El nombre del viento, historia que retoma el uso de los nombres verdaderos para convocar poder sobre una cosa o persona.
Historias de Terramar es uno de los libros que más trabajo me ha dado encontrar. En definitiva, la búsqueda y la espera valió la pena. Mejor leerlo en papel que en una vieja Palm.
Bendiciones,