04 noviembre, 2008

Celebremos con gusto...



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Y es que desde hace un año (No recuerdo la fecha exacta) deje de fumar. Desde entonces no me apetecen los cigarrillos. Y solo soy fumadora pasiva.

Deje el cigarro de lado después de 6 años de fumar. No fue mera coincidencia, después de que me luxe el tobillo izquierdo, subí bastante de peso, el sobrepeso y mi condición de fumadora comenzaron a pasar factura.

Me quedó una garganta propensa a las infecciones, la conciencia de que debo cuidarme desde ahora para prevenir cualquier posible enfermedad derivada de mi adicción al cigarro.

Y un año después, me siento mucho mejor, no estoy tan decaída, mis periodos depresivos son mucho más espaciados y duran menos. Respiro mejor, no me canso tanto y mi ansiedad disminuyó considerablemente y mi mente está más despejada. Mi piel tiene mejor aspecto y cicatriza más rápido.

El cigarro es lo mismo a tronarme los dedos, algún día padeceré de artritis, y ya con un mal es más que suficiente. Algunos de mis amigos dicen, si de algo me voy a morir. Si hay muchos factores que aprovechan la frágilidad de la vida, yo simplemente, decidí borrar un factor de la lista.

Y se siente tan bien, que no quiero volver a fumar, después de todo, la mejor droga que puedo tener ahorita es el amor.

Bendiciones,

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